Debido a la especial situación geográfica y orografía la autopista se ve sometida a unas condiciones climáticas adversas durante varios meses al año lo que obliga a un mantenimiento continuo y minucioso.
Utilización de neumáticos de invierno
Como es sabido, el gran número de túneles existentes en la AP-66 impide por razones de seguridad el uso de cadenas para circular por la vía en condiciones de nieve intensa, esto es, hasta la fecha no era posible establecer el nivel Rojo de nieve y se pasaba directamente del nivel amarillo – prohibido circular vehículos articulados- al nivel Negro – Autopista cerrada al tráfico-. Para paliar esta situación, y adaptándose a las nuevas tendencias en el uso de neumáticos de invierno, la Dirección General de Tráfico ha promovido y autorizado el establecimiento de una variante dentro del Nivel Rojo de Nieve que permite el paso a los vehículos equipados con estos neumáticos. La norma de 21 de diciembre de 2015 de la DGT recoge los términos de aplicación.
Situación y condiciones climáticas
Mantener la comunicación entre Asturias y la Meseta de manera permanente exige que la autopista esté abierta al tráfico todo el año, bajo cualquier circunstancia climática.
La autopista parte de Campomanes, situada a 354 metros sobre el nivel del mar, para llegar a León (887 metros), atravesando de norte a sur la cordillera cantábrica y llegando a una cota máxima de 1.229 metros sobre el nivel del mar en el interior del túnel de El Negrón.
Esta localización geográfica está asociada a una climatología muy adversa durante seis meses al año, desde mediados del mes de noviembre hasta el mes de mayo. Se llegan a producir precipitaciones de nieve muy intensas que provocan el depósito de espesores considerables y se soportan temperaturas muy bajas.
Estas circunstancias convierten el mantenimiento de la vialidad, en época invernal, en el componente estrella del servicio al usuario. Para ello AUCALSA dispone de un equipo de profesionales experimentados, dotado de los necesarios medios técnicos y mecánicos para prevenir y atajar las dificultades que la climatología invernal puede provocar en el tráfico.
En las labores de vialidad invernal, es fundamental el mantenimiento preventivo, dirigido a evitar la formación de hielo en la calzada. A estos efectos se dispone, en puntos estratégicos de la traza, de estaciones meteorológicas que proporcionan ininterrumpidamente datos sobre temperatura ambiente, humedad relativa, velocidad y dirección del viento, así como sobre la temperatura de la calzada, tanto en superficie como a determinada profundidad. Todo ello asociado a un programa informático que proporciona alarmas de hielo inminente, hielo en calzada y otras, que se reciben en el Centro de Control.
Esta información constante, junto con la experiencia de los componentes del equipo humano, resulta fundamental para alcanzar la eficacia necesaria en las actuaciones de tratamiento preventivo, que consisten principalmente en la extensión de fundentes químicos (cloruro sódico y cloruro cálcico).
Cuando se producen precipitaciones que hacen necesaria la retirada de nieve de la calzada, ésta se realiza con vehículos equipados con una cuchilla metálica quitanieves y con un esparcidor posterior que extiende simultáneamente fundentes para evitar que la precipitación solidifique. Para la realización de estas labores se dispone de 14 camiones de tracción integral equipados con cuchillas y distribuidores de fundentes, distribuidos en dos áreas de mantenimiento, La Ablaneda y La Magdalena.
Se cuenta también con tres palas cargadoras, una en cada uno de los tres almacenes de fundentes que se distribuyen a lo largo de la traza. Completan el parque una fresa y una turbo-fresa, que se utilizan en grandes nevadas -cuando la calzada se estrecha por los muros de nieve acumulados en los bordes de la misma- y en la limpieza de arcenes, áreas, etc., una vez finaliza el temporal. Además, se utilizan dos vehículos ligeros todo-terreno para atender a los usuarios que lo necesitan y solventar pequeños problemas.